Estar en el cuerpo es tener conciencia de lo que pasa dentro y fuera de ti, sin juicio. El camino para entrar en el cuerpo es través de las sensaciones físicas, la respiración. Medicaciones, drogas, vivir en la cabeza, el miedo que nos disocia ... circunstancias que nos alejan del cuerpo, nos impiden sentir.
La conexión energética con el suelo permite construir unos cimientos que facilitan el estar presente en el cuerpo. Como lo hacen los árboles, las raíces que se esconden dentro de la tierra son muchas veces más profundas de lo que vemos del árbol por fuera. Raíces profundas nos ayudan a poder vivir más en nuestro centro.
Vivir el presente es estar al 100%, con cuerpo mente y espíritu, con la habilidad de focalizar la atención en dónde y cómo se quiera. Si vivimos pegados energéticamente a experiencias anteriores vivimos en el pasado, y si sólo pensamos en los proyectos que llevaremos a cabo más adelante vivimos el en futuro. El presente es aquí y ahora.